9ª estación. Jesús cae por tercera vez.
– Te adoramos o Cristo, y te bendecimos
– Porque por tu santa cruz redimiste al mundo
Diré a Dios: sabes muy bien que yo no soy culpable, y que nadie puede librar de tus manos! Tus manos me formaron, me plasmaron, ¡y luego, en arrebato, quieres destruirme! Recuerda que me hiciste como se amasa el barro, y que al polvo has de devolverme.» (Job 10:7-9).
Te ofrecemos Jesús, todas las veces que no podemos más avanzar, que estamos vencidos por la prueba. Te ofrecemos las angustias, las desesperanzas de los que perdieron el gusto de vivir y no entienden el sentido del sufrimiento, los que están al borde del suicidio.
Te pedimos que nos ayudes a levantarnos, a levantarlos, a creer en el poder de tu nombre: Jesús, Jesús, Salvador.
Danos siempre dirigirnos hacia María, cuyo Corazón tan tierno te dio ánimo para levantarte y seguir tu camino.
Ten piedad Jesús, de este mundo sin Dios, para que te descubra y se levante.
– Padre nuestro
– Dios te salve María
– Gloria al Padre
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