Hay barrios humildes en nuestras ciudades, donde muchas familias tienen su estatuilla de San la Muerte, como si fuera un santo que los va a proteger… Y tienen miedo de tirarlo, por miedo que les pase algo malo… ¿Cómo puede ser? Porque si fuera realmente un santo, ¡no haría nada malo! ¡Es un falso santo! Y esto se llama superstición, y con esto los cristianos de nuestro país están regresando al estado de los pueblos primitivos.

San la Muerte no es ningún santo. Es una alma condenada, que está en el infierno, y a quien Dios permite salir y venir a molestarnos, igual que los demonios.

Lo invocan para dar muerte

San la Muerte es invocado en cementerios con prácticass ocultas para dar muerte a otras personas. Las almas están oprimidas, los cuerpos enfermos, y la ciencia no encuentra la causa. Los que hacen estos rituales están infectados de odio y venganza. Se est Los que hacen estos rituales están infectados de odio y venganza. Se están preparando dias de tormentos cuando el demonio les hará pagar sus servicios.

El Enemigo debilita la voluntad, el entendimiento para que entiendan todo al revés. Enferma el alma en el entendimiento, la memoria y la imaginación, y ni siquiera los hombres de la Iglesia pueden entender que almas piadosas se vuelvan odiosas, sin escrúpulo, lujuriosas.

San la Muerte es invocado por criminales, para que puedan matar a sus enemigos sin que ellos los puedan matar. Eso no es cristiano. Dios dice: «No matarás».

Ofrecen almas al demonio

La ambición de tener mujer lleva algunos a consagrarse a espíritus como San la Muerte, u ofrecer tal alma por placer o cosas económicas. Eso no es amor sino egoísmo. Ofrecen almas a cambio de fortuna o placer. Muchas veces matan, no con las manos sino con rituales para que vayan muriendo con enfermedades, que no encuentran causa concreta, secándose en vida, y a su vez afectan el entorno.

Otros se ofrecen a si mismas a los espíritus, para conseguir dinero y poder para su familia, para que sus seres queridos estén bien económicamente. Pero la cuestión no es estar bien económicamente, sino que se han consagrado a matarse. Y el espíritu les atormenta para que se maten, y ataca también a sus seres queridos. Porque el demonio no hace nada gratuito, un día te hace pagar sus servicios…

Cantidad de niños y mujeres mueren por eso, por San la Muerte o por Satanás, que ofrece poder a sus adoradores, a cambio de las almas que se ofrecen a él, y así destruir la Iglesia de Cristo.

¿Cómo liberarse de San la Muerte?

Invocar a San la Muerte es un pecado grave, como cualquier acto de espiritismo, como cualquier acto de odio y venganza. Jesús, que vino a padecer nuestra muerte para perdonar nuestros pecados y darnos la Resurrección, nos dice «Ama a tus enemigos», no dice que los mates. Dice «Ruega por tus enemigos». Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad. Ruega por tus enemigos, les hará bien y te hará bien a vos. Tienes que confesar todo eso para recibir la absolucion, y renunciar a estas prácticas.

Para desembarazarse de San la Muerte, tírale agua bendita a su imagen, y quémala. Si no se puede quemar, tírala al río o en el desagüe. Pídele a tu sacerdote que venga a bendecir tu casa, incluso exorcizarla.

Para liberar las almas atacadas, hay varios medios. Ante todo, vivir en estado de gracia, porque la santidad aleja al demonio. Confesarse, ir a misa y recibir la Jesús en la comunión si se puede. Rezar el santo Rosario. También la oración, que se puede repetir usando el rosario:
– «Tómame Jesús» (varias veces) ;
– «Tómala Jesús» ;
– «Tómala, María» ;
– «Tómala, san José».